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dispensable. sivo en la mesa y surge un “gourmet” que tie-
ne mucho que decir y opinar y que reivindica
La tapa la validez de sus criterios gustativos.
Partamos de la base de que al éxito interna-
cional de la cocina española también ha con- Comer de tapas, es decir “tapear”, es comer
tribuido, el triunfo generalizado de la tapa. Esta en libertad, sin reglas fijas, pudiendo cada co-
palabra, aunque históricamente tuvo otro sig- cinero y cada comensal buscar la forma de
nificado, hoy es un nombre genérico que re- encontrar la sorpresa, la emoción y la felici-
presenta con notable éxito a la gastronomía dad, metas de cualquier persona a la hora de
española actual, “urbi et orbi”, y, sobre todo, la nfrentarse cotidianamente al hecho gastronó-
que España quiere dar a conocer en el mun- mico.
do.
Hoy día podemos comer como antes, sen-
Su éxito supone la llegada de la libertad a la tados en una mesa. Pero también podemos
buena mesa, la superación de la rigidez de la hacerlo de pie en la barra, en un taburete,
alta cocina francesa y la apertura de un nuevo charlando y moviéndonos, eligiendo entre di-
espacio para la creatividad tanto para los co- ferentes alimentos o preparaciones, cam-
cineros como para los propios comensales, a biando de bebidas. Y, sobre todo, hablando y
quienes se les abre un gran abanico de posi- haciendo amigos.
bilidades a la hora de tomar sus decisiones.
Pasó a la historia ese cliente como sujeto pa- RAG
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