Entrevista a José Luis Lapuente, director general del Consejo Regulador de la DOCa Rioja
Rioja es el destino turístico vinícola más importante de España. ¿Cómo se ha llegado a este máximo?
La historia, experiencia, liderazgo y proyección nacional e internacional nos impelen a ser pioneros y responder a las expectativas. El turismo y experiencias que giran en torno al vino constituyen el mejor escaparate para presentar nuestro producto. Con esta premisa buscamos alcanzar la misma excelencia que pretendemos para todo lo que hacemos.
¿Con qué propuestas cuentan para acercar al turista al mundo del vino?
Cerca de 200 bodegas, de las 600 de nuestra Denominación, ofrecen experiencias de diversa índole con las que satisfacer los gustos y necesidades más variados. Hemos comprobado que prestar el mejor servicio exige especialización y poner las cosas lo más fáciles posible al visitante. Es por ello por lo que hemos organizado nuestra oferta de manera estructurada, en torno al turismo de negocios (MICE), familiar, gastronómico y de lujo.
Al margen del vino, ¿qué ofrece Rioja al turista?
Es indudable que Rioja es fundamentalmente vino, pero también es verdura y huerta, calzado, sierra y valle, es camino de Santiago y la cuna de la lengua castellana; ¿el común denominador de todos estos atractivos? Su gente; un talante hospitalario que acoge a todo el que llega para que se sienta un paisano más.
La mejor compañera del vino de Rioja es su gastronomía. ¿Cuáles son las experiencias con las que se encuentra el turista? ¿Es el turismo gastronómico una de las claves para la promoción del vino?
Tenemos una gastronomía que juega con la ventaja del producto propio y cercano, amén de ser una región con la ratio más alta de estrellas Michelín por habitante. La inclusión del vino en nuestra dieta, siempre consumido por moderación, implica que un entorno ideal para su consumo sea el culinario, así como el de nuestros pinchos y tapas.
La DOCa Rioja se caracteriza por su dinamismo y la búsqueda constante de innovación (fue la primera DO de España, la primera también en lograr el distintivo de Calificada, la primera en introducir la clasificación del etiquetado de los vinos en función de su envejecimiento o tipo de crianza, etc.). ¿En qué líneas está trabajando ahora?
Tenemos una nueva hoja de ruta para el periodo 2021-2025 que asume el equilibrio y la mejora cualitativa continua como pieza clave y se centra en la generación de valor a partir de la notoriedad alcanzada, sin perjuicio de aspirar a que siga aumentando. Son argumentos clave para contribuir a este fin la sostenibilidad y su gobernanza, el enoturismo y la protección del paisaje.
Los espumosos de calidad son, precisamente, una de las innovaciones más recientes puestas en marcha por la Denominación. ¿Con qué objetivo o motivación surgió? Háblenos de la adaptación de la normativa para amparar los espumosos de calidad.
En el ADN de Rioja está la permanente monitorización del mercado para ofrecer la mejor respuesta a nuestros consumidores. Es una Denominación que piensa y se dedica a la satisfacción de cada uno de ellos. Esto justifica habernos adentrado en indicaciones geográficas de procedencia más locales, hasta llegar a los vinos de viñedo singular, soportadas con el rigor y trazabilidad que otorga el Consejo Regulador. Los espumosos de Rioja, un producto de nicho, pretenden enmarcarse en esta respuesta. Tenemos la potencialidad para elaborar espumosos de alta gama, de una manera minoritaria, y hay consumidores que nos los demandan (y disfrutan).
¿Qué retos se ha marcado y tiene por delante el Consejo Regulador de la DOCa Rioja?
Llegar a 2025 en una situación de equilibrio, con un mayor peso de la exportación, que aspiramos a que represente el 44% (actualmente, algo más del 40% de las ventas son fuera de España), una revalorización del 23%, y las bases para que Rioja siga siendo un modelo de éxito y facilite la pervivencia de nuestros pueblos y futuras generaciones son algunas de las claves que explican lo que nos hemos propuesto conseguir.
Uno de vuestros objetivos como Denominación es dar a conocer las variedades de vinos blancos, rosados y espumosos como vinos gourmets. ¿Cómo se enfoca este reto? ¿Observáis ya una evolución (en ventas o en el grado de conocimiento por parte de los consumidores…)?
La construcción de este castillo mágico se remonta a la presencia romana en Portugal. El castillo de Óbidos tiene torres en forma de cilindro y cuadradas, mientras que la piedra caliza y el mármol añaden una faceta grandiosa a la fachada. Es un buen ejemplo de una fortificación bien conservada, y el castillo ha escapado al destino de ser convertido en ruinas, y se ha transformado, según Jetcost.es en uno de los hoteles pequeños más románticos de Portugal. El pueblo que lo rodea, Óbidos, es conocido por sus atractivos paisajes y exuberante vegetación. El que una vez ofreció protección militar en el corazón de Portugal, ahora ofrece como hotel a los visitantes la oportunidad de viajar en el tiempo.
La venta online sigue creciendo, ¿será una apuesta seria para aquellas bodegas que están indecisas sobre incorporarla?
Las circunstancias que hemos vivido nos han llevado a valorar mucho más el aprovechar todos los canales y oportunidades de negocio. La venta online era incipiente y se han fortalecido las fórmulas para servirnos de la tecnología y fomentar todo canal posible, lo que seguirá intensificándose. No obstante, no prevemos un cambio significativo en el mix. Las cifras ahora son muy espectaculares porque la base comparativa es pequeña, pero los canales de venta física seguirán preponderando.
Y para terminar. Si te ves sujeto a una dieta severa durante un tiempo, ¿cuál sería el plato/bebida por el que pecarías?
Unas chuletillas al sarmiento con un vino de Rioja. Si además las comes en cualquiera de nuestros pueblos, creo que el pecado sería venial y no requeriría penitencia.
JAZ